Nieve en la sangre

Una novela para amantes de la fantasía

Arantxa Comes con Nieve en la sangre vuelve al género fantástico, a sus orígenes, y lo hace con cuatro protagonistas que traspasan el papel. Cuatro personajes únicos que no encontrarás en otra parte.

La novela retrata distintos tipos de soledad y de oscuridad, viaja a lo más profundo de los miedos de la sociedad de Magva para, sin abandonar la cruda realidad, mostrar que todavía y siempre quedará esperanza gracias a héroes anónimos y a voluntades inquebrantables que no necesariamente han de ser la de los actores principales. Como ya nos demostró Rogue One, detrás de un relato épico hay otro que lo es aún más. Así, pone en valor la memoria, la identidad y sobre todo, la necesaria lucha por la justicia. Allí… y aquí.

Para ello ha creado un worldbuilding plagado de detalles y envolvente, una guerra no tan fría entre clanes (sus cuidadas estéticas bien merecen una adaptación audiovisual) y esos antagonistas y seres tan propios de sus mundos, esos que solo ella sabe hacer (como ya vimos en El Don de la Diosa y la bilogía de Brisea).

La historia consta de varias capas e iremos descubriendo de diferentes formas el pasado y el presente al mismo tiempo. Mientras la narración y los diálogos van desenmascarando la actualidad, retazos en los inicios de capítulo y una lectura atenta nos irán contando qué misterios ocultaba la vieja dinastía que ocupaba el palacio. Lo que cuenta entre líneas es casi tan importante como la acción, por aquello que le gusta hacer a la autora; plasmarte un universo que parece infinito para después decir: “sí, pero yo te voy a contar otra cosa”. Como la vida misma, no hay que darnos tanta relevancia, el mundo es más grande que nosotros. Somos tan insignificantes como cruel es el sistema, por eso hay que celebrar nuestros pequeños logros, porque si sumamos los triunfos personales de todos entonces abrimos brecha.

El poder que consume a Catilan, el western que atraviesa Echo, la dualidad que persigue a Vikram y la búsqueda del autoconocimiento por parte de Blaine.

Juntos empoderan al lector, uno al que Comes siempre trata con inteligencia para que pueda rumiar y paladear su literatura.

Es necesario que los cuatro empiecen por perdonarse a sí mismos, pero todas las dificultades que encuentran para hacerlo desgarran tanto como las intrigas y las batallas. Estamos ante otra vuelta de tuerca al mensaje en el que la autora siempre insiste: no es fácil, pero juntos somos más fuertes.

Es fantásticamente realista.

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Soy Álvaro

El 5 de julio de 1954, mi abuelo inauguraba el ‘Liceo Coll’ en Quart de Poblet. El título de esta web pretende homenajearlo.
Después de muchos años enfocándome principalmente en el deporte olímpico, quiero volver a escribir sobre todo aquello que se me pasa por la cabeza: noticias, cine, literatura, deporte, videojuegos…