El Liceo Coll

Unos apuntes sobre los titulares que dejó

Alberto González ‘Pipe’ llevaba a Planeta Olímpico al presidente del Comité Olímpico Español, que con tan solo ocho votos en blanco (157 a favor) salió reelegido una vez más. Está en el cargo desde 2005. Van a ser más de veinte años con el decimoséptimo mandamás del organismo, que ha sido candidato único desde que se impuso a Mercedes Coghen.

Alejandro Blanco habló de cómo el deporte es innovación, industria, educación, salud, cultura, igualdad e integración. De cómo afecta a todos los ministerios. De que hay que considerarlo como un todo. Una visión compartida por todo amante del deporte.

Pero cincuenta y cinco minutos dan para mucho y el presidente acabó por decirlo: “el Comité Olímpico Internacional nos debe unos juegos”. Recordemos que sólo en este siglo se ha intentado hasta tres veces que Madrid sea olímpica. Y más recientemente llegó la locura invernal, cuando se pretendió un auténtico despropósito que acaparó bastantes portadas para obtener los Juegos Olímpicos de Invierno.

“Madrid es la ciudad mejor preparada” insistió Blanco a Pipe. “Madrid no puede perder”. Que bien recordaba a viejos cuentos de los Hermanos Grimm.

“El concepto de que ‘nos deben’ es un muy mal concepto para ir a pedir algo. Si nosotros vamos en el futuro a por unos JJOO, no será porque nadie nos deba nada. Competimos, otros compitieron y tuvieron más fortuna y ganaron”. Apostillaba Samaranch a Europa Press hace unos días. “Eso de ‘porque yo lo valgo’ sería peligrosísimo”. Alejandro no fue objeto de la conversación, de hecho el programa no se había publicado aun, pero bien parece un dardo.

El COI le dejó claro hace ya unos años a España que se olvidase por un largo tiempo de plantearse siquiera la idea de presentarse con ciudad (o ciudades) candidata. El humo le llegaba y los proyectos de nieve donde se empezaba la casa por el tejado y había más titulares que hojas de ruta reales molestaron por Laussane. De hecho, coleccionamos en Discord desde marzo de 2022 hasta ahora 47 noticias diferentes, de distintos medios, con brindis olímpicos al sol invernal. Casi todos de manos de políticos.

Los últimos Juegos Olímpicos fueron otro de los puntos clave de la charla. No se consiguió el objetivo de superar las 22 medallas de Barcelona. Pipe, gran conocedor del olimpismo y de los resultados semanales de los nuestros en cada uno de los deportes olímpicos, puso sobre la mesa en la entrevista que el nivel daba para muchas más que las 18 finales (A julio de 2025. El dopaje de terceros no descartemos que acabe dándonos alguna más en el futuro). Y Blanco reconoció lo que nos pasó a muchos, que se le atacó y acusó a posteriori de haber hinchado el globo, de que era la promesa vacía de siempre… pero era cierto, llegábamos mejor que nunca con diferencia. Y era el momento: al lado de casa, un ciclo con más de treinta campeones del mundo vigentes, con unos resultados históricos y sin los rusos. Hasta las agencias y algunas casas de apuestas nos ponían cercanos a las treinta. No era ninguna locura. Llegando más veces con estas opciones es como se acaban por romper las barreras… ¿estamos en condiciones de volver a hacerlo?

La meta debería estar, eso sí, en muchas más de 22 para poder hablar de ese éxito-mantra en el que les gusta insistir e instalarse. Alejandro tiende a omitir que ahora se otorgan muchísimas más preseas que cuando se alcanzó el techo de Barcelona’92, Jaime Gómez es de los twitteros que más se encargan de recordar este dato, para nada baladí, en ocasiones como esta. Cuando Blanco habla, para suavizar el varapalo, de que Sebastian Bach advertía “cada vez va a ser más difícil sacar una medalla” —dado el nivel internacional— era el momento de matizarlo como contrapartida.

Pero volviendo al resultado de París. El deporte es eso: deporte. Luego hay que competir. Y estoy de acuerdo con el presidente del COE, hablar de que les pudo la presión (alguno hay, por supuesto) es jugar a rol en modo fácil. La suerte, el viento, las horas de sueño, la última comida, la gestión emocional, el rival, los asuntos personales, el terreno de juego, las lesiones… no hay que mirarles a ellos (“el 56% estuvo entre los ocho primeros”, un dato muy relevante que sí que dio. ¿Si el diploma por ser Top8 no es un éxito, qué sociedad estamos dejando?). La crítica debe ser hacia arriba para encontrar soluciones. Hay que mirar al modelo/plan deportivo patrio. Más aun cuando España es de los países que más invierte en deporte del mundo. Más que naciones que sacan muchísimos más metales que nosotros teniendo una población y un PIB similar. La cuestión es: ¿dónde y cómo invertimos ese dinero?

Y Pipe atacó muy bien: preguntó sin rodeos por el modelo. Y lo hizo mojándose y poniendo el ejemplo italiano (uno de los más famosos junto con el holandés y el británico, cuando no directamente el australiano). Hablando con propiedad. Pero la respuesta fue insuficiente y pareció demasiado estudiada para no decir nada realmente, al menos todavía. Hizo un buen análisis macro pero no concretó. Ya pasó en esta entrevista en Marca, cuando no le quiso dar ningún titular a Gerardo Riquelme y afirmó que tienen un estudio preparado que presentarían entre junio y julio sobre su idea de modelo ideal. Tenemos muchas ganas de conocerlo. Mientras, por su lado, quizá el CSD debería estar más encima de cada una de las federaciones, pero claro…

Blanco acertó poniendo el foco en los deportes de equipo. Que tan solo dan una medalla pero que suponen muchos deportistas clasificados. Comentó que EEUU, Australia y España somos quienes más conjuntos clasificamos. Realmente en París fuimos los norteamericanos, los japoneses y nosotros. Teniendo además en ocasiones ambos Comités más facilidades en sus continentes para clasificar dado el nivel inferior de sus preolímpicos, algo que no remarcó el presidente en favor de nuestra delegación. A nivel de resultados, si ponemos la lupa en los últimos 25 años: competimos con Francia por el segundo puesto de naciones con más medallas mundiales en deportes olímpicos de equipo. Solo por detrás de los estadounidenses.

Esta vez conseguimos dos oros (el fútbol y el waterpolo), cuando el último oro colectivo databa de Atlanta’96. Y llegamos a las cuatro medallas grupales, cuando el tope estaba en tres en una misma edición (Barcelona’92, Atlanta’96, Pekín’08, Londres’12 y Tokio 2020). Somos un país muy social, el tiempo acompaña, ¡qué vamos a hacer!

Dejaremos para otro día el tema de “El Pebetero” —dirigido por una grande de la comunicación como Estefanía Rey (su trabajo en visibilidad habla por sí mismo)— el programa del COE del que hablan en los minutos finales. Ya sabemos cuál era The Real. El propio Pipe, que es una suerte tenerle en Eurosport, lo sabe de primera mano.